ÓSCAR y Mami Rosa, título de la versión teatral española de “ÓSCAR et la dame rose”, es el tercero de los relatos que Schmitt escribe sobre la infancia y su relación con el mundo espiritual. El conjunto de estos relatos forman, según la definición del propio autor, la Trilogía de lo Invisible: un viaje a través de las grandes fuentes de la espiritualidad humana, a fin de comprender las religiones y el corazón invisible que rige la vida de millones de personas.
En cada uno de estos relatos, y siempre a través de la mirada de un niño, aborda esta cuestión desde una religión diferente: en el primero, “Milarepa” (1997), el budismo; en “Monsieur Ibrahim et les fleurs du Coran” (1999), el sufismo; y en “ÓSCAR et la dame rose” (2002), el cristianismo. Recientemente también ha publicado la novela “L’enfant de Noé” (2004), sobre el judaísmo. Fue precisamente a raíz del éxito obtenido con el estreno teatral del monólogo de “Milarepa”, cuando concibió la idea de continuar esa misma indagación a través del caleidoscopio de las religiones.
Su segundo relato “El señor Ibrahim y las flores del Corán”, fue llevado a escena en 1999 y desde entonces no ha dejado de representarse en multitud de países. También se ha estrenado la versión cinematográfica con Omar Sharif. El tercero, “ÓSCAR et la dame rose”, del que se han vendido más de medio millón de ejemplares en Francia, se estrenó en París con un éxito clamoroso el 7 de febrero de 2003 en la Comédie des Champs Elysées. Su protagonista, Danielle Darrieux, la gran actriz del teatro y cine francés, obtuvo el Premio Molière 2003 a la Mejor Actriz.
ÓSCAR y Mami Rosa es la historia de una complicidad: la de ÓSCAR, un niño de diez años enfermo de leucemia y la de Mami Rosa, la voluntaria que le visita todos los días en el hospital. Con valentía, con imaginación y también con buen humor, Mami Rosa compartirá los últimos doce días de la vida de ÓSCAR, tejiéndose entre ambos una intensa relación de amor y amistad, relación que nos irá introduciendo en los grandes misterios de nuestra existencia: el amor, la muerte, la felicidad… La excepcionalidad de este trabajo reside precisamente en ser un monólogo “a varias voces”. A través de la extraordinaria magia en escena de Mona Martínez, cobrarán vida ante nuestros ojos todos los personajes que componen la historia: ÓSCAR, sus amigos (Bacon, Popcorn, Einstein, Peggy Blue), sus padres, el doctor Düsseldorf, las enfermeras… y sobre todo Mami Rosa, la voluntaria tierna y divertida, llena de coraje y valentía, que no tiene miedo de hablar de la enfermedad y de la muerte.
El héroe de nuestra historia es ÓSCAR, un niño, porque como dice Schmitt, “durante la infancia nos preguntamos más fácilmente por los problemas serios de la vida”. Frente a ÓSCAR, la enfermedad, rodeada de preguntas dolorosas, el miedo de sus padres, el silencio del médico, el silencio del cielo (si Dios existe, ¿me podría echar una mano?). La irrupción de Mami Rosa en su vida le ayudará a conjurar la tristeza, la impotencia y el miedo ante la enfermedad. De su mano esos últimos doce días se convertirán en un viaje iniciático al corazón del misterio: la búsqueda de un sentido a lo que no podemos comprender. ÓSCAR y Mami Rosa, “refleja un optimismo que no niega el dolor, sino que se basa en la decisión de no verse destruido por lo trágico”. Esta ausencia de pesimismo es una de las claves en casi todas las obras de Schmitt.
ÓSCAR Y MAMI ROSA es un canto a la vida y a la imaginación. A pesar de lo corta que pueda ser nuestra existencia, merece la pena saborearla intensamente, explorando nuestra capacidad de enriquecer todo lo cotidiano. Porque la felicidad, dice Schmitt, no consiste en ignorar el sufrimiento, sino en integrarlo.